La universidad del dolor

Me imagino la siguiente conversación:
-"¿La universidad del dolor y eterno tormento, por favor?"
-"Sí, es aquella del final de la calle, la que tiene el cartel de UJI."

Pues me cago en la madre que parió la UJI.

Resulta que tengo la carrera casi en el bolsillo, a falta de terminar las prácticas y dos asignaturas (una de las cuales es una optativa de dudosa reputación donde puedes aprobar escribiendo en el exámen atandote el lápiz al culo). Pues quería aprovecharme de una cosa llamada Convocatoria extraodinaria, que permite modificar las fechas de exámenes bajo unos criterios. Tras lo ocurrido he supuesto que lo de extraodinaria se refiere a que nadie ha podido hacer ninguna.

Tenía el plan perfecto: terminar en diciembre la asignatura 'difícil', en febrero el exámen 'fácil' y las prácticas y hasta junio podía seguir con alemán y trabajar en alguna cosilla(para sacarme unas perras, que nunca vienen mal).
Por motivos burrocráticos (soy un autentico mamón) no pude solicitar hacer el exámen 'difícil' en diciembre -"Bueno"- pensé mientras me pegaba cabezazos contra la pared del rectorado -"No pasa nada Pakho, haces los dos exámenes en febrero, luego un corte de mangas a los profesores y todo habrá terminado.". Hay que ver que ilusos podemos ser a veces...

Después de pedir la convocatoria extraodinaria, me llegó a la semana una carta a mi casa donde, sin decirme el porque, rechazan mi solicitud -"¡Ostia!, ¿cómo puede ser esto?". Tras informarme descubro que si el exámen no presenta incompatibilidad con ningún otro exámen, no pueden darme la convocatoria. Pues ya se me han hinchado las pelotas, para que engañarnos, así que me voy a hablar con el director de carrera y le cuento una de indios y vaqueros explicandole lo mucho que me joden mis planes de trabajo por no adelantarme ese exámen, que conozco al profesor de la asignatura y estoy seguro que no tendría problemas en hacerlo, y que no me importaría hacerlo ahora y que me lo evaluara en junio, que yo solo quiero 'olvidarme' del exámen de los huevos...
Después de una representación digna de Shakespeare me fulmina con un rotundo y simple "No", me explica que eso es imposible y patatín patatán...puta madre, a joderme hasta Junio.

Salgo enfadado del despacho del director y me dirijo a mi coche, mientras miro las decenas de carteles que nos cuentan la libertad, derechos y ventajas que tenemos los alumnos por ser una universidad pública. Mis cojones, aquí al personal de la universidad se le hace el culo calderilla hablando sobre lo molones que son mientras se miran el ombligo y luego pasan del alumnado que precisa su ayuda. Manda huevos, ¿eh?.

Al irme he visto como una paloma se cagaba en la fachada del edificio del profesorado, creo que hará juego con la universidad.